Debate sobre retenciones en la Cámara de Diputados
Voy a reafirmar el rechazo al proyecto en tratamiento por parte de la UCR. En la cuestión técnica fueron suficientemente explícitos el diputado Morini. Y no quedan dudas de la inconstitucionalidad que este proyecto tiene.
Estamos rediscutiendo la obviedad de que este proyecto es inconstitucional y este proyecto tenía que venir al parlamento para ser discutido. Esto no fue por una merced de la presidenta. Fue porque la Constitución lo ordena pero además porque hubo un lunes por la noche en la Argentina en donde buena parte del pueblo se hizo sentir y el gobierno se vio obligado a dar este paso. Nadie puede negar representatividad a este Gobierno, pero podría decirse que este es un gobierno constitucional al 33 %. Porque el primer artículo respeta la constitucionalidad, pero deja que desear con respecto a lo republicano y lo federal.
Delegación de facultades, superpoderes, consejo de la Magistratura, decretos de necesidad y urgencia son parte del deterioro inconstitucional.
Con respecto al federal cada vez son más los recursos que este Gobierno concentra y que no redistribuye en provincias
Somos un país federal en la letra de la Constitución. No lo somos en la práctica. Es imperioso que este parlamento dicte una ley de coparticipación federal.
Podríamos hacer un resumen y cientos de comentarios y opinión es sobre lo que fueron las audiencias públicas, pero si algo quedó reflejado fue en varios aspectos la incoherencia de este Gobierno.
Un ejemplo: Vino a las comisiones la secretaria de Medio Ambiente. Una reflexión saqué luego de escucharla: por qué no le habría dicho antes a la presidenta y le habría alertado sobre la soja y sus males? Le hubiera ahorrado a la presidenta un viaje a Venezuela para presentar como gran empresario a Gustavo Grobocopatel, responsable de uno de los principales pooles de soja que existen en la Argentina. Pero hay un tema preocupante, quizás el más preocupante en todo este proceso de más de 100 días que hemos vivido, que ha sido la intolerancia, y la intolerancia es mucho más grave cuando proviene desde el Estado.
No son golpistas los intendentes que estuvieron pidiendo en el salón azul, algunos son de su propio partido. No son golpistas los productores que protestaban a la vera de la ruta, y no somos golpistas quienes desde la oposición nos oponemos. Sí es golpista Aldo Rico, quien fue designado asesor en el Sendo bonaerense por el bloque del Frente para la Victoria, ese si es golpista, y con ese golpista algunos diputados de aquel bloque hablaban de las bondades del kirchnerismo en la ciudad de San Miguel durante la campaña electoral pasada. Ese sí es golpista.
Hace falta diálogo, y bregamos por el diálogo.
Hace unos días en la ciudad de La Plata se declaraba ciudadano ilustre al Dr. Raúl Alfonsín. Decía Alfonsín que la democracia es diálogo, porque si no hay diálogo hay violencia. Eso es lo que necesitamos, diálogo.
Ricardo Balbín, el mismo que decía que en democracia el que gana gobierna y el que pierde ayuda. Y decía Balbín que cuando se ve en el interior del país cómo se malogra el esfuerzo, cómo se angustia el hombre que ha trabajado y se ve destruido. Cuando en el interior de la república, frente a los pioneros y los hijos de los pioneros advertimos cómo decrece el medio, me pregunto si además de la producción no estamos matando la libertad y el derecho dentro de la democracia.
El diputado Pedro Azcoiti es el vicepresidente de la bancada radical.
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